Argumento
Inspirado en A Modest Proposal For Preventing The Children of Poor People in Ireland From Being a Burden to Their Parents or Country, and For Making Them Beneficial to The Public, de Jonathan Swift
Una pareja adulta, constituida por un economista recién jubilado y su esposa, dialogan
sobre la ventaja que ofrecería el comer niños pobres, menores de un año. Él ve los
provechos que tendría para el crecimiento económico, la estabilidad política y la seguridad
ciudadana, mientras ella ve las ventajas que tendría para una vida cada vez más confortable.
Aparentemente antagónicos por temperamento, son una pareja perfectamente afiatada, que por distintos caminos llega a la misma conclusión. El diálogo sólo es interrumpido por pequeñas incursiones a la cocina, de la que salen agradables olores. ¿Qué se prepara en ella? ¿Pasarán los personajes de la propuesta teórica al acto de cocinar y comer un niño? El conjunto se desarrolla en un tojo jocoso e irónico, donde el público reirá al ver qué tan cómica puede ser una proposición que al mismo lo seduce y espanta.
Nota al director:
No se usará cuero o piel animal para el montaje.
Personajes:
MARIDO: aproximadamente 60 años
MUJER: unos diez años menor que él
Salón de un departamento medianamente elegante de los años 1980, con un diseño
conceptual. Un computador Apple II, en un escritorio y una impresora de la época. Al
fondo, una biblioteca (algo desordenada, que se note usada y no como adorno) y un retrato
de Friedrich von Hayek, dedicado. En un lado, una pequeña mesa de comedor. En un
costado, una puerta que da a una cocina, de la que sólo se entrevé un pedazo.
El MARIDO y la MUJER nunca se dirigen personalmente al otro, sino que hablan como
para sí mismos, incluso cuando hay respuesta. Son un matrimonio conservador de la
época. Él es ex profesor universitario y consultor financiero; ella no tiene educación
superior.
MARIDO
El MARIDO termina de escribir en el computador, imprime una hoja en una impresora de
agujas, que tarda. Levanta la hoja y lee lo que estaba escribiendo, dándole tono de una
cancioncilla de cabaret o al estilo de Beggar’s Opera .
Produce tristeza
a quienes caminan por esta gran ciudad
o viajan por el país
ver las calles tan llenas de mendigas, seguidas
por tres, cuatro o cinco niños, harapientos, que importunan a los transeúntes.
Entra la MUJER, con cuatro paquetes de compra. Bien vestida, pero no elegante. Lleva
una cartera colorida, grande, pero sin exagerar. El MARIDO la ve pasar muy cerca, pero
apenas la sigue con los ojos. Ella también le mira, como si no le viera. No se saludan.
Todos los gestos son de mucha confianza entre ellos y no hay agresividad ni indiferencia, a
pesar de que no tienen aparente comunicación. La MUJER tira los paquetes en una
pequeña mesa y se sienta al lado de ellos. La MUJER permanece quieta. Él no la mira. La
MUJER comienza a abrir el primer paquete. Lo hace con destreza, pero meticulosa y
lentamente. Poco a poco, la cancioncilla del MARIDO adquiere un tono de diálogo
normal.
Esas mujeres
se ven forzadas
a vagabundear para obtener
la subsistencia de sus indefensos niñitos.
Creo que conservadores, liberales,
Socialistas y ecologistas, estarán de acuerdo:
en el estado actual del país, esa multitud de niños,
colgados del cuello, de los brazos o de las espaldas de las mujeres
son un dolor extraordin....
¡Ay, querida!
MUJER
Mirando los paquetes
¡Ay, qué lindo!
MARIDO
Ay, ay, ay.
que ni nosotros
ni la nación lo
podemos soportar.
MUJER
Sigue abriendo el primer paquete.
¡Ahhhh, ay, ahhhh!
MARIDO
Pobreza, hambre, aborto, abandono, desnutrición, enfermedades, ladrones, mendigos,
pordioseros, desolación, muerte...
MUJER
¡Ay, ay, ay! Mis Amigas se mo-ri-rán de envidia.
Termina de abrir el primer paquete. No se dirige al MARIDO. Comienza a sacar un
vestido, de fiesta, hecho en un cuero muy delgado, de color llamativo pero elegante, del
que sólo se asoma una parte.
¿No es bonito? Y tan útil... Hace tanto que lo estaba buscando. Ya había perdido las
esperanzas.
MARIDO
Por eso, cualquiera que encuentre una forma elegante, fácil y barata de hacer de esos niños
miembros razonables y útiles para nuestra sociedad, merecerá ...merecerá …
MUJER
Comer, a esta hora siempre tienes ganas de comer.
MARIDO
...una estatua. Alguna gente, más bien pesimista, está legítimamente preocupada por la
gran cantidad de pobres que tenemos en nuestra república, muchos mutilados o enfermos.
Pero mi proposición ni es pesimista ni se limita a los mendigos, sino a todos los que nacen
de padres con dificultades económicas. Hace años que me vengo ocupando del tema.
Incluso pensé alguna vez en ello, cuando estudiaba en la Universidad Católica, porque esto
es un tema moral, además de económico, pero entonces no era el momento. Después,
cuando terminé mi doctorado, el Ministerio de Hacienda me absorbía todo el tiempo. Sólo
ahora puedo hacerlo, gracias al año sabático que me dieron en la universidad. He dedicado
años al estudio de cómo liberar a la nación de tan dolorosa molestia, pero por fin veo frutos.
¿Te das cuenta lo que significa resolver el problema de los niños pobres y además
transformarlos en algo útil al público?
MUJER
Deja el primer paquete y comienza a abrir el segundo.
Hermoso, hermoso, hermoso.
MARIDO
San padre Hurtado fue mi inspiración, pero él era tan, tan...tan ingenuo. En el fondo, era un
hombre del pasado, entre conservador y socialista, no un hombre moderno, no se daba
cuenta de que la solución a la pobreza es un asunto puramente económico y no de buenas
intenciones, ni de cumplir con mandamientos ni de abolir la propiedad privada. Entendió el
problema, pero no la solución, porque él recogía a los niños pobres, ¿y después? Fundó el
Hogar de Cristo, allí los criaba, los mantenía por años, lo que le obligaba a estar mendigando dinero, pidiendo donaciones a las grandes familias, que él conocía bien por venir de una de ellas. La iglesia está equivocada. Incluso algunos economistas, por
brillantes que sean. Friedman, por ejemplo, se equivoca cuando calcula cuánto cuesta
mantener un niño, por mucho que tenga razón cuando en el capítulo cuarto de Free to
choose, dice que nuestra nación se encuentra dividida en dos: por un lado, los que reciben ayuda y, por otro, los que la pagan.
Lentamente, la MUJER saca del segundo paquete un par de guantes, largos, hechos de un
cuero muy delgado, que hacen juego con el vestido. Los extiende en la palma de la mano y
sobre el brazo. Los mira con deleite.
El costo de mantener un niño se incrementa con la edad, según una curva exponencial, que
fue estudiada por Richard A. Cannonball, cuyos resultados expuso en Contribuciones a la
teoría de los incentivos perversos bajo información asimétrica en un mercado con
demanda insuficiente, publicado por la Journal of Contemporary Social Economy,
Cambridge, Massachussets, 2009. Para un bebé recién nacido basta la leche de su mamá y
un poco de sol, ambos gratis, más unos cuantos andrajos, que ella puede obtener con su
profesión de mendiga. Después, los padres tienen que producir, comprar, recibir caridad o
robar los alimentos de sus hijos. El período más caro en la mantención de un niño es la
adolescencia, pues, es sabido que los adolescentes tragan todo el día. Por eso hay que
proceder a temprana edad. Es exactamente cuando los niños cumplen un año que propongo
llevar a cabo mi proyecto.
La MUJER coloca los guantes en el paquete de donde los sacó, pero deja la mitad afuera.
MUJER
Fue en una tienda exclusiva. Los conseguí por la mitad de su valor.
MARIDO
¿Tienes una idea de cuántos niños pobres hay en nuestro país? ¿Sabes cuántos de esos
niños pobres son pordioseros o viven de la mendicidad de sus padres? Uno de cada tres. De
éstos, la mitad pasa hambre. Son los datos oficiales. Tenemos una población de 22 millones
de habitantes.
La MUJER comienza a sacar del primer paquete el vestido del que había dejado asomado
un pedazo. Se va con él delante de un espejo. Allí se saca el vestido que lleva puesto y se
coloca el nuevo. Se mira ante el espejo. Todo lentamente, con un poco, sólo un poco de
erotismo. El MARIDO la mira desvestirse unos instantes, mientras habla.
MUJER
¿Tienes una idea de cuántas tiendas están de rebajas? ¿Sabes cuántas de ellas hacen
verdaderas liquidaciones? Una de cada tres. De éstas, la mitad ha bajado los precios un
cincuenta por ciento. Son datos oficiales. Tenemos una población de veintidós mil tiendas.
Ayúdame con el cierre.
MARIDO
Se levanta y avanza sin soltar la hoja que lee. Al acercarse donde la MUJER, coloca la
hoja en la misma mesita de los paquetes. Le sube el cierre a la MUJER.
Parsimoniosamente, toma la hoja y vuelve. Se sienta. Mira a la MUJER tan sólo un
instante. Por mientras, ella se ajusta el vestido y él continúa leyendo.
Dos millones y medio de niños en nuestro país son mendigos o viven de la mendicidad de
sus padres. Mantenerlos es un problema objetivo, en cualquier circunstancia, pero más
tomando en cuenta el estado actual de la nación, que es complicado: racionalización
económica, ajuste fiscal, disminución de nuestras exportaciones, desfinaciamiento de las
pensiones, baja del dólar, alza de las tasas de interés, emigración de la mano de obra
calificada, proteccionismo de la Comunidad Europea... Todo eso genera inestabilidad política, lo que disminuye las inversiones, que se van a otros países. No podemos seguir
pensando en que a los pobres los mantenga el Estado, ni la caridad pública, ni tampoco la
privada. No hay con qué mantener a esa multitud y tampoco es bueno. Y eso, sin tomar en
cuenta que los seguros de desempleo desincentivan el esfuerzo. Es necesario que los pobres
se vuelvan útiles, productivos.
MUJER
Se mira en el espejo. Todo lentamente, con un poco, sólo un poco de erotismo.
¿Crees que me queda bien? ¡La textura es tan suave! ¡Ay!
MARIDO
Esos niños pobres no tienen la habilidad ni las fuerzas para ser empleados en alguna
fábrica. Y la existencia de un salario mínimo hace aun más difíciles las cosas. Eso impone a
los empleadores una discriminación contra las personas con baja calificación. Tomemos un
adolescente poco formado, cuyos servicios valen, digamos un euro por día. Estará ansioso
de trabajar por ese dinero para adquirir mayores competencias. Sin embargo, la ley dice que
el empleador debe pagarle dos euros, lo que significa imponerle al empleador una caridad
de otro euro. Al final, lo que sucede es que no se le contrata. Y los niños más chicos ni
siquiera tienen la habilidad para ser carteristas, por mucho que ya a los seis años comiencen
a alargar los dedos.
La MUJER abre un tercer paquete. De él saca unas botas, también de cuero, que hacen
juego con el vestido y los guantes. Se las coloca. Queda completamente vestida como parauna fiesta. Se mira en el espejo con un deleite ligeramente erótico.
MARIDO
Tengo un amigo, de Rotterweiheim, que conoce bien el negocio. Me asegura que un
muchacho de unos doce años vale unos 15000 euros y una chica, si es bonita, bastante más,
aunque, si es fea, bastante menos. Antes de esa edad no se venden bien o simplemente
nadie los compra, porque gastan mucho y producen poco. Pero eso es sólo una parte del
asunto. El verdadero problema es que esos quince mil euros en que se vende un chico
saludable no cubren los costos de la alimentación y vestuario necesarios para llegar a esa
edad.
La MUJER comienza a sacarse los guantes y las botas. El MARIDO se levanta y la baja el
cierre; vuelve al escritorio. Ella se saca el vestido lentamente. Se queda en calzones y
sostén. Mira su cuerpo en el espejo, primero a un par de metros; después, se acerca hasta
el espejo y lo aplasta con su cuerpo, en una situación semi erótica. Más tarde, algo
bruscamente -pero sin rabia- se aleja del espejo y se viste con la ropa del comienzo.
La ley de salario mínimo, la pobreza y la inseguridad son un mal nacional, fruto de políticas
populistas, pero erradas, con consecuencias nefastas. Hay descontento, robos, huelgas,
manifestaciones, comunistas, ecologistas, antisistemas, disturbios... Pausa. ¿Y la comida? Malthus tenía razón: la población crece más rápidamente que los alimentos. El equilibrio natural sólo se logra con hambrunas, pero nosotros, que somos civilizados, podemos
encontrar otros métodos de alcanzarlo.
La MUJER se dirige hacia la cocina. Ruidos del trabajo de la MUJER en la cocina.
El costo de producción de esa mano de obra no calificada es más alto que lo que esta mano
de obra produce. Por eso, necesariamente son un gasto para sus padres, para el Hogar de
Cristo o para el Estado, además de los peligros que involucra su paso de mendigos a
ladrones a medida que crecen. Eso tiene una solución.
La MUJER vuelve al salón sacándose el delantal, recoge lo recién comprado y lo coloca en los paquetes iniciales. Mientras lo hace:
MARIDO y MUJER
Con entonación de canción de cabaret o de Beggar’s Opera.
I shall now therefore humbly propose my own Thoughts, which I hope will not be liable to
the least Objection.
MUJER (sic)
En tono indiferente, sin soltar las manos del paquete, exactamente con la misma
entonación que antes se contó en inglés.
Y ahora, en consecuencia, voy a proponer, humildemente, mis propios pensamientos, que
espero no sean susceptibles de la menor objeción.
De la cocina sale un vaporcillo con un perfume de comida, que se distribuye en la sala
(debe olerse en la sala).
MARIDO
Not be liable to the least Objection. I have been assured by a very knowing French chef of
my acquaintance in __________ [colocar el nombre, en inglés, de la ciudad donde se da la
obra], that a young healthy Child well Nursed, is, at a year Old, a most delicious nourishing
and wholesome Food, whether Stewed, Roasted, Baked, or Boiled; and I make no doubt
that it will equally serve in a Fricasie, or a Ragoust.
MUJER
Mantener el ritmo y entonación de la versión anterior en inglés.
Libre de la más mínima objeción. Un chef francés, que conozco aquí en __________
[colocar el nombre de la ciudad donde se da la obra], gran entendido, me ha asegurado que un niño jovencito, saludable, bien alimentado, es, a la edad de un año, el alimento más delicioso, la comida más saludable, ya sea estofado, asado, al horno o cocido; y no tengo dudas de que es igual servido como fricasé o ragú.
MARIDO
La mía, es una solución técnica, racional, moderna, no ideológica, apolítica que, a
diferencia de tantas otras, prevé estímulos para obtener un resultado incluso mejor que
aquél que otros obtienen con castigos, sermones o programas de esterilización masivos,
según sea el gobierno de turno. Pero, a pesar de ser técnica, la mía no es sólo la propuesta
de un científico, sino la de un ciudadano comprometido con su país.
Se pone el delantal que previamente usaba su MUJER y va hacia la puerta de la cocina. Se le escucha sacar los ingredientes, verterlos, etc.. Sigue su parlamento dentro de ella, fuera
del escenario.
STROGONOFF
6 filetes de ...
2 cebollas
300 gr. de champiñones Portobello
2 cucharaditas de coñac
20 cm3 de crema fresca
Aceite de oliva o mantequilla
Una pizca de pimentón
sal y pimienta
1 cucharadita de harina de trigo o de maíz para mezclar con la salsa
Acompañamiento
Una o dos tazas de arroz
un poco de mantequilla
sal y pimienta
Preparación: Pelar y cortar la cebolla en cuadritos. Poner en una sartén con un poco de
aceite o mantequilla y un poco de sal y calentar a fuego suave. Cuando esté dorada, añadir
los champiñones laminados y dejar que se hagan, evaporándose su agua. Agregar la
cucharadita de harina, rehogar bien y mojar con el coñac. Cocer unos minutos a fuego muy
suave. En otra sartén, dorar el filete a fuego vivo de forma que se cierren los poros. Una vez
hecho esto añadir la carne a la salsa de champiñones y por último se agrega la crema.
Dejar que todo junto cueza un dos o tres de minutos. Cocer el arroz aparte.
MUJER se levanta y enciende la televisión. En ella se ve un reportaje o extractos de
reportajes con niños mendigando en distintos países y de distintas razas. MUJER vuelve a
su asiento.
MUJER
Interrumpiendo la última frase de MARIDO
Esos dos millones y medio de mendigos e hijos de mendigos se dividen en una mitad de
varones y otra mitad de mujeres. Reservemos un cuarto de los primeros o, para simplificar,
reservemos cuatrocientos mil para la reproducción, que es más de lo que los criadores
reservan para reproducir corderos, vacunos y cerdos. En otras palabras, un macho debe
bastar para servir cuatro hembras. ¡Que machistas!
MARIDO
Entra, con el delantal de cocina un poco sucio (pero no de sangre). Avanza muy poco, no
se sienta. En un tono entre serio y ligeramente cómico.
El resto, ochocientos mil varones y un millón doscientos mil mujeres, puede ser vendido a
personas de calidad o de fortuna, en toda la república. Me enteré de que un bebé promedio,
desde el momento en que nace hasta que cumple un año, alcanza un peso de 10 kilos, sólo
por efectos de la leche materna y de la naturaleza, incluso 12 kilos si se le da una teta bien
gorda.
“Teta bien gorda” con cierta voluptuosidad.
MUJER
Tomando en cuenta que las vacaciones son en el verano y que en el verano la gente tiene
más sexo, los bebés engendrados en esa época nacerán más o menos en la primavera
siguiente, lo que está muy bien para que tengan abundante alimentación y sol. Lo pobres
saldrán del invierno llenos de expectativas, como corresponde a la estación.
MARIDO
Interrumpiendo. Los pobres no tienen vacaciones. ¡Ay! Ella no sabe nada de la economía. Si leyera un poquito más...
MUJER
De todas las carnes, es la más sabrosa, no muy abundante aunque, por eso mismo, más cara,
lo que la hará muy apetecida por los cursis y los que tengan o pretendan tener un paladar
elaborado.
MARIDO
La mayoría de los pobres son comunistas. Se levanta y apaga la televisión. Vuelve al
escritorio. Si los dejamos crecer, serán o ladrones o revolucionarios, porque no tienen más que hacer. Este aspecto de prevención es el que más interesará las autoridades, más que
refinamiento de los paladares.
MUJER
Nuevos platos...
MARIDO
Unos ingresos mínimos para los pobres, generados por ellos mismos; multiplicación de
pequeños propietarios, base de la estabilidad política para el gobierno, sin los costos de
aumentar la policía y las cárceles; fin de la inmoralidad del aborto; y, para los propietarios,
bienes que confiscar si los arrendatarios no pagan.
MUJER
Nuevos vestidos.
MARIDO
Ya sabemos cuánto cuesta criar un bebé hasta la edad de un año. Nada. A los distinguidos
interesados en comprar un niño de aproximadamente un año se les puede cobrar doscientos
cincuenta o trecientos euros por kilo, es decir, digamos un promedio de 2.750 euros por
bebé de un año, lo que es mucho más que por cualquier otra especie, pero no tanto
comparado con algunos quesos importados de Francia, el caviar ruso y algunos vinos,
incluso nacionales, y para los banquetes hay quien los paga con gusto. Por si fuera poco,
hay otras ventajas: el queso tiene demasiada grasa y engorda, mientras que un bebé es
mucho más sano.
MUJER
Acariciando el cuarto paquete.
Por fin salir de compras sin ser acosada por los pordioseros. ¡Qué tonta! Olvidé abrir este
paquete.
MARIDO
Los que tengan o puedan contratar personal formado en el oficio de la peletería podrían...
MUJER
¿Vivo?
MARIDO
Desollarlo.
MUJER
Sacando un sombrero de cuero delgado del paquete que estaba abriendo. Se lo coloca al
finalizar la frase.
Hacer carteras, guantes, zapatos, botas, pulseras, billeteras, monederos, cinturones,
sombreros, faldas, abrigos...
MARIDO
A esa edad tienen la piel muy fina.
MUJER
Vivos. (Pausa) La carne debe estar muy fresca, por lo que conviene hacer como se hacía
antes en las casas donde había servidumbre: se traía la presa a último momento, desde un
corral, y se la mataba en la puerta de la cocina antes de echar a la cacerola, o todavía mejor,
como se hace hoy con los mariscos, que se echan vivitos y pataleando a la olla.
MARIDO
Aprovechamiento completo de la mercancía, disminución de los costos productivos,
eliminación de residuos, reciclaje completo. Se reutiliza todo. Contaremos con el apoyo del
Ministerio del Medio Ambiente. Y los ecologistas, que siempre se oponen a los negocios,
estarán con nosotros.
MUJER
Se levanta y se mira en el espejo.
Moda.
MARIDO
Nuevos negocios, nuevos rubros en la industria.
MUJER
Malls, shoppings, boutiques, stores, outlets, dedicados a vender …
MARIDO
Progreso y justicia social.
MUJER
Vitrinas que dé gusto mirar.
MARIDO
Recursos para la nación. Los pobres pagarán impuestos, por primera vez en la historia.
Financiamiento de la educación pública. Lealtad de las clases altas con el gobierno y
tranquilidad de las bajas. El célebre Sallmanaazor, natural de Formosa, que, como se sabe,
fue enviado por su padre a nuestro país como parte de su educación para convertirse en el
gran rey que fue después, impuso en su patria una legislación que entregaba la propiedad
del cadáver del condenado al Estado. Cumplida la sentencia, se remataba la piel. Produjo
una locura la de una chica, virgen, de trece o catorce años, ajusticiada por envenenar a su
mamá. Era un poquito cruel.
MUJER
¡Ahhhhhhh!
Se quita el sombrero y lo tira al sofá
¿Virgen?
MARIDO
Los ministros, los jueces, los banqueros, en resumen, la gente más distinguida, se la
peleaba. Incluso quien sólo pudo adquirir un trocito para hacerse un humilde monedero se
sentía feliz.
MUJER
¡Qué tierno!
La MUJER vuelve al televisor. Lo enciende, pasa por un par de canales y da con imágenes
del documental “Earthlings” (“Terrículas”), de Shaun Monson, capítulo Captive Bolts
(min. 21’58’’), donde se refiere a los mataderos y al desangramiento en los mataderos.
MARIDO
No tengo remordimientos por mi proposición, porque es bien sabido que muchos pobres
mueren diariamente por el frío, por el hambre, la falta de higiene y la peste, mucho más allá
de lo que nadie imagina. Veamos ahora...
Mientras él habla, alguien golpea a la puerta. La MUJER va a abrir. Recoge un paquete
del tamaño de un bebé de un año. (No debe ser evidente que se trata de un bebé).
MUJER
Gracias.
Cierra la puerta. Lleva el paquete a la cocina y se queda allí. Ruido de platos y ollas desde
dentro de la cocina.
MARIDO
... Seis son las ventajas de mi propuesta. Primero: reducir el número de comunistas, que son
los principales procreadores de nuestra república y nuestros peores enemigos, y que no
tienen otro propósito que el de derrocar nuestro gobierno y colocar a otro, títere de Fidel
Castro [Santiago Carrillo si se presenta en España, Chavez en Venezuela, Bachelet en
Chile, etc, a pesar de que ni Chavez ni Bachelet sean contemporáneos de la época en que
se ambienta la obra].
Se escucha el afilamiento de un cuchillo y poco después el ruido de cuando se echa carne a una sartén caliente.
Segundo: proveer a los pobres, que son arrendatarios (la mayoría), de algo propio con lo
cual responder por el alquiler e indemnizar a los propietarios, en las numerosas veces que
los inquilinos no pagan, sobre todo tomando en cuenta que sus escasos y pequeños bienes
consisten, a lo más, en un televisor viejo, que ya ha sido confiscado por otras deudas.
La MUJER sale de la cocina y entra al salón. Lleva un delantal un poco sucio y con
pequeñas manchas de sangre, no demasiado rojas. Se lo quita.
MARIDO y MUJER
Ambos comienzan a poner la mesa, al mismo tiempo. Colocan un puesto entero antes de
colocar el segundo, poniendo la vajilla y cubiertos por turnos.
Tercero: mientras que, en la situación actual, el mantenimiento de los niños pobres con la
multitud de subsidios que les da el Estado cuesta varios millones de euros, con mi
proposición el capital de la Nación puede incrementarse tanto como el resultado de multiplicar dos millones de niños por 350 euros, es decir, tendremos un aumento del PGB
(producto geográfico bruto, para los ignorantes, que nunca faltan) de siete, cero, cero, punto
cero, cero, cero, punto, cero, cero, cero euros, es decir, setecientos millones de euros, que
serán la contribución de los pobres a las cuentas nacionales, contribución producida por
ellos mismos, sin costos para el Estado. Y, piénsese, también, en que todo ello es producto
local, hecho con polla [pico, en Chile], chocho [hoyo, en Chile, etc.. Cambiarlo según el país donde se da la obra] y tetas nacionales, orgullo de nuestra industria y contribución inestimable a aumentar nuestra soberanía económica.
MUJER
Nuevas tendencias.
MARIDO
Cuarto: los procreadores, que antes se sentían condenados por su entusiasmo generador,
ganarán 350 euros cada nueve meses, liberándose, además, de la carga y del tiempo de
tener que mantener sus hijos hasta la adolescencia, cuando por fin se emancipan y se
vuelvan, como en casi todos los casos, ladrones autónomos y futuros ocupantes de las
prisiones, que bien caras cuestan al fisco y tanto cargan nuestros bolsillos con impuestos,
que de nada sirven, porque nunca he sabido de un ladrón que se regenere en nuestras
cárceles.
MUJER
No más la esclavitud de la crianza. Autonomía financiera de las mujeres. Liberación
Femenina.
MARIDO
Quinto: nuevos platos, destinados a las personas más distinguidas de nuestra república, para
goce y enriquecimiento de su paladar; mejora de nuestras costumbres culinarias y
perfeccionamiento de los chefs, que ya hacen bien su trabajo, pero que podrían lograr
todavía mejores recetas. Incentivará el turismo y permitirá a los cocineros hacer platos tan
caros como quieran.
MUJER
Sexto: habrá grandes alicientes para el matrimonio que, de momento, no resulta atractivo
entre los indigentes ni para los que no tienen nada que dejar en herencia. La iglesia
aumentará su influencia.
MARIDO
Séptimo: se incrementará la ternura de las madres con los niños y habrá una sana
competencia por cuál cría al niño más gordo, como hacen hoy nuestros criadores de
ganado. Serán niños felices, aunque de vida corta. Estarán en las secciones “bío” de los
supermecados y se les podrá consumir sin sentimiento de haberles maltratado.
MUJER
Y, octavo: desincentiva los abortos, esa práctica horrible de eliminar los hijos bastardos,
porque esa gente pobre rara vez se casa, e incluso a los no tan bastardos; y desincentiva
también los abandonos, ya sea por desidia de la madre o porque ésta ya no les puede
transportar cuando sale de mendiga. Y todo eso sin las tradicionales disputas entre partidos
políticos y peleas en el parlamento por si se legaliza o no la maldita costumbre de abortar.
MARIDO y MUJER
Y habría otras muchas e innumerables pequeñas ventajas: más motivos para reuniones
sociales y de camaradería; nuevas formas de hacer beicon y jamones más tiernos que los de
York. Progreso, cultura, nuevas sensaciones y nuevas posibilidades para la humanidad.
Locke y Condorcet aplaudiría. Marx también.
Cuando terminan de decirlo, terminan también de poner la mesa. Ella se va a la cocina. Él
vuelve a su escritorio inicial y se sienta.
MARIDO
Sólo hay una objeción que pudiera levantarme alguien, y es que acaso mi proposición
disminuya el número de ciudadanos, siendo que necesitamos mano de obra abundante y a
buen precio. Pero debo confesar que ese es justamente el motivo por el que la he ofrecido:
la mayoría de los niños de los pobres ni siquiera llegan a ser útiles como mano de obra, lo
que no impide que, antes de morir, hayan hecho uso de los beneficios del Estado, vaciando
sus arcas, junto con nuestros bolsillos en las calles. En cambio, con los nuevos impuestos,
la nación tendrá dinero para invitar nuevos inmigrantes, más calificados y de un color de
piel digamos más clarito que el nuestros niños pobres. Mi proposición, además, no se opone
a las muchas soluciones complementarias que las autoridades puedan pensar para el
bienestar del país, como el inculcar el amor a la patria, en lo que nos diferenciamos tanto de
los lapones y de los habitantes de Tapinambú; y el abandono de las animosidades y de las
facciones, donde somos peores que los judíos de Judá en tiempos de la reina Jezabel, que
mientras su ciudad era sitiada por los enemigos se seguían matando entre ellos.
La MUJER sale de la cocina y trae una fuente, cubierta, de la que sale un vaporcillo y
buen olor. La coloca en la mesa y corta la televisión, mientras el MARIDO se levanta del
escritorio, se aproxima a la mesa y se sienta, sin dejar su parlamento. Ella se sienta y
comienza a servir.
No faltará quien diga que mi propuesta es interesada, pero no hay tal. No tengo niños con
los que pueda ganar ni un miserable euro con esto, porque el menor ya tiene nueve años y
mi mujer, algo prematuramente, ya no es fértil.
MUJER
En ese instante, al oír que ella no es fértil, la MUJER deja caer la fuente en la mesa del
comedor, estruendosamente, y salta la tapa, pero no se ve lo que contiene.
¡Soy fértil, soy fértil!
MARIDO
La MUJER se recupera del susto y vuelve a tomar en sus manos la fuente. El MARIDO va
hacia la mesa y se sienta. El MARIDO se pone la mano derecha en el corazón.
Declaro, con la mayor sinceridad, que no obtengo ningún beneficio personal haciendo mi
propuesta. Lo único que me mueve es el interés público, la libertad de empresa, el
incremento del comercio, el alivio de los niños pobres y dar un poquito de placer a los
ricos, que tanto sufren para obtener sus ganancias.
MUJER
Señor,
Bendice los alimentos que vamos a compartir.
Da el pan a los que tienen hambre.
Y a nosotros
auméntanos el hambre de ti.
La MUJER le sirve al MARIDO. Él la mira unos segundos fijamente y después comienza a comer. Ambos lo hacen con refinamiento, pero sin curselería.
Fin
"The Power of Prose"
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