Paul Antschel nació el 23 de noviembre de 1920 en Czernowitz, entonces la capital de la Bukovina rumana pero que hasta 1918 fue parte del Imperio Austro-Húngaro y que hoy pertenece a Ucrania. Durante los primeros años después de la separación del Imperio y la anexión a Rumania, Czernowitz vivía aún del capital cultural acumulado en su âge d’or, entre 1867 y 1914, lo que le ganó el mote de “Pequeña Viena”. Luego de su Bar-mitzvah en 1933, se unió a un grupo antifascista que publicaba sus propios artículos y traducciones del alemán al rumano en una revista mimeografiada marxista llamada El estudiante rojo y en 1936 apoyó una colecta para los republicanos españoles, cuyo lema “no pasarán” aparecería más tarde en su poesía. El apego a su lengua materna, el alemán, se dio junto a una gran apertura hacia los idiomas extranjeros, dominaba el inglés, francés, en la escuela había aprendido rumano e italiano, hebreo y ruso. Entre 1938 y 1939 tomó clases de medicina en la Universidad de Tours, regresó en las vacaciones de verano a su patria, pero el primero de septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, lo que se tradujo en la imposibilidad de regresar a estudiar a Francia; obligado a permanecer en su ciudad natal, Paul decide realizar estudios de lengua y literatura francesa en la Universidad de Czernowitz. A partir de 1940, con la alianza entre Rumania y la Alemania nazi, sobrevinieron los pogroms y se generalizaron las deportaciones en el norte de la Bukovina. Antschel fue confinado en un ghetto ucraniano donde se dio a la tarea de traducir los sonetos de Shakespeare al alemán mientras se empapaba de las tradiciones y cultura judías. En 1942, al no poder convencer a sus padres de que buscaran refugio, estos fueron deportados a los campos de concentración en Transnistria, Paul logró huir y en 1944 regresó a Czernowitz, donde observó consternado la aniquilación de la cultura judeoalemana. Luego de la guerra casi la totalidad de la Bukovina se anexó a la Unión Soviética, para escapar ahora del antisemitismo soviético y eludir la censura que impuso Stalin, se marchó a Bucarest. Su periodo en esta ciudad se caracteriza por el reconocimiento por parte de importantes escritores del talento literario de Antschel, aunque llamó la atención por sus poesías en alemán, la mayor parte de su obra publicada en Bucarest era en la lengua rumana. Durante toda su estancia en la capital rumana trabajó traduciendo del ruso y ucraniano al rumano. A pesar de tentativas de convertirse en un poeta rumano, como algunos de sus amigos hubieran deseado, Paul Antschel nunca lo hizo. Lo más interesante es que fue en estas publicaciones donde por primera vez firmó con el pseudónimo de Celan, anagrama de Ancel que es la forma rumanizada de Antschel. En mayo de 1947 apareció por primera vez Tangul Morţii (Tango de la Muerte), traducción del primer título de Todesfuge. En diciembre de 1947, Paul Celan, se propone viajar al centro político y cultural de los años de su infancia, Viena, la capital del extinto y otrora poderoso Imperio Austro-Húngaro. Su estancia en Viena le permitió multiplicar sus contactos del mundo literario germanófono y a preparar una primera compilación de poemas. A mediados del año siguiente se mudó a París. En 1952 Celan recibió una invitación para asistir a los encuentros del Grupo del 47. En 1953 leyó su poema Todesfuge. Su estilo de lectura, que, según John Felstiner, quizá se inspiró en el modo en que se reza en una sinagoga, no fue del agrado de la audiencia germana. Su poesía fue duramente criticada. Cuando Ingeborg Bachmann recibió el premio del grupo por su colección Die gestundete Zeit, Celan, cuyo trabajo recibió apenas unos cuantos votos, no fue invitado de nuevo. En 1951 conoció a la artista gráfica Gisèle Lestrange en París, se casaron el año siguiente y Paul se convirtió en ciudadano francés en 1955. La paranoia de Celan creció cuando la viuda de su amigo, el poeta germano-francés Yvan Goll, lo acusó de plagio. La profunda depresión y la angustia, que lo acompañaron desde el tiempo de los campos de concentración, se acrecentaron, y en abril de 1970 decidió terminar con su vida arrojándose a las aguas del Sena.
Paul Celan fue un apátrida, hijo de una familia de askenazí asentada en la periferia del antiguo Imperio Austro-Húngaro, en una tierra que cambiaba constantemente de manos. Sus padres fueron víctimas del Tercer Reich; obligado a huir de Rumania por el régimen soviético; nunca encontró el refugio que buscaba, ni en Viena ni en París; en fin un desarraigado, el judío errante. Sin embargo, se aferró fuertemente a sus raíces: la lengua alemana que nunca abandonó y su judaísmo que nunca calló.
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