Tienda de abalorios
por María Mercedes Di Benedetto
Se denomina abalorios a diversos tipos de elementos confeccionados en múltiples formas, materiales, colores, diseños y calidades. Las más de las veces, sirven sólo como ornamentación carente de valor. Así pretende ser mi columna en el prestigioso edificio cultural de Interlitq: una oferta de temas varios sin pretensiones filosóficas ni literarias, una simple tienda de abalorios y palabras.
- EL PARQUE ARGENTINO, DIVERSIÓN GARANTIZADA EN LA BUENOS AIRES DEL SIGLO XIX
En las primeras décadas del siglo XIX James Wild, un inglés llegado en 1809 a la Argentina, se encuentra atareadísimo en su carácter de empresario del primer complejo cultural de la ciudad de Buenos Aires: el Vauxhall o Parque Argentino o, como comúnmente se lo conocía, el Jardín de Wilde, en el predio de su propiedad, la manzana céntrica comprendida por las calles hoy denominadas Paraná, Viamonte (ex Temple), Uruguay y Av. Córdoba.
Wild había nacido en Middlesex, Inglaterra, el 7 de marzo de 1771, hijo de Sarah Heard, de noble linaje y de James Wild, actor aficionado, quien había trabajado durante veinte años como apuntador y tramoyista del teatro Covent Garden de Londres.
Más allá de sus conocimientos de contabilidad y hacienda, el gran amor de James Jr. es sin duda el escenario. Actor aficionado, autor y sobre todo traductor, sostiene como empresario distintas y afamadas Compañías y forma parte de variadas sociedades de tipo cultural, como la de El Buen Gusto del Teatro y la Sociedad Literaria, integradas por eminentes ciudadanos como Manuel Belgrano, Vicente López y Planes, Esteban de Luca, Manuel Moreno, el Dr. Cosme Argerich, Valentín Alsina, Juan Crisóstomo Lafinur, Juan José Paso, entre otros. Sus fines eran los de velar por la moralidad del teatro y la mejor elevación de las obras a representarse. Santiago Wilde, en 1825, se erige en dueño y empresario del Coliseo, entonces único teatro de la ciudad.
Acostumbrado a las inquietudes culturales de su Inglaterra natal, James Wilde (nacionalizado como Santiago Wilde en 1824) fue una figura quizá incomprendida por este Buenos Aires agitado por los primeros años de la gesta de Mayo. Tal vez baste para justificar esta aseveración el siguiente suceso narrado por su propio hijo, el Dr. José Antonio Wilde: para la Cuaresma, tiempo en que por razones religiosas no estaban autorizadas las funciones teatrales, Santiago había organizado una charla pública sobre Astronomía, la que por escaso público (una persona) fue un verdadero fracaso. ¿Fue aquella la primera conferencia científica de la que se tiene noticias? Lo cierto es que, al decir – no sin tristeza- de su hijo, el público no se hallaba preparado ni se había creado aún el gusto para esa clase de recreaciones instructivas.
Ya consustanciado con su nueva patria, Santiago dirige una carta a Mariano Moreno (y este hecho se documenta en La Gazeta el 15 de octubre de 1810) acompañándola de una donación de tres onzas de oro y algunos libros para la Biblioteca Pública que el secretario de la Junta estaba organizando.
El 19 de noviembre de 1818 Wilde estrena en el Coliseo su obra quizá más reconocida, La Quincallería. Fue, además, el primer traductor de Shakespeare al castellano en nuestras tierras, en 1817.
Volviendo al Vauxhall: el lugar incluía un pequeño zoológico (se exhibían animales exóticos como tigres, tapires, etc.), jardines botánicos con semillas y plantas importadas de Inglaterra y Francia, poseía una plazoleta de conciertos, un buen hotel francés con restaurante, casas para el personal, un gran circo con capacidad para 1500 personas y un pequeño edificio para teatro en el que durante el verano se daban funciones por la tarde. Contaba además con casas de té, glorietas de refrescos, magníficos salones de baile con luces de colores, todo rodeado de impecables jardines a la inglesa.
Las familias principales tenían allí sus glorietas privadas donde se acomodaban para oír conciertos al aire libre y disfrutar de los más sofisticados fuegos artificiales. Aquí y allá se diseminaban pequeños kioscos con diversiones como tiro al blanco y linterna mágica o tutilimundi (cajas con telones pintados de fondo, frente a los que se movían figuras y autómatas en base a un mecanismo de relojería), rodeados de diferentes especies de plantas y flores, sin faltar el lago para el recreo de los niños y los enamorados.
Aquí se ofrecieron por vez primera una Ópera, una Compañía francesa de aficionados y también famosos actores y actrices , como el célebre Juan Aurelio Casacuberta, quien en 1831 funda su propio grupo teatral con el que representa en el Parque Argentino muchísimas obras. La Historia nacional cuenta que justamente frente al proscenio del teatro del parque ocurrió el fallecimiento del deán Gregorio Funes, mientras se hallaba visitando a su amigo Santiago en enero de 1829.
En la gestión del Vauxhall, Wilde valida la afición por las tablas nacida en su pasado londinense. Volviendo nuevamente a su hijo José Antonio: “cuando la ascensión de Luis Felipe, los residentes franceses dieron aquí un banquete y los jardines estuvieron iluminados con lámparas chinescas”. Esta gran gala, una de las más memorables, tuvo lugar el 24 de enero de 1830 con la asistencia de unas dos mil personas, entre ellas el gobernador Juan Manuel de Rosas y su comitiva.
Debido a que por ese entonces la zona presentaba potreros y rancheríos y los caminos estaban en mal estado, Santiago Wilde, a fin de facilitar el acceso al lugar, había hecho construir un puente de ladrillos en la esquina de Viamonte y Libertad. Preocupado por las comunicaciones, hacía anunciar las funciones por medio de señales, izando banderas en los cruces de las actuales calles Pte. Perón y Suipacha.
El Vauxhall cerró sus puertas al público en 1838 para convertirse en la residencia particular de Wilde. Años después, el 14 de julio de 1852, fallece su esposa Leonora y entonces Santiago (a estas alturas abuelo del reconocido Dr. Eduardo Wilde) comienza a pensar en el regreso a Inglaterra. Allí fallece el 16 de julio de 1854, a la edad de 84 años. En el periódico British Packet del 30 de septiembre de ese año, se anuncia finalmente la venta de los terrenos del Vauxhall:
“SE VENDE QUINTA. La quinta del fallecido Mister James Wilde conocida como el Jardín Argentino, se vende con 13 grandes y cómodos apartamentos y otra pequeña casa independiente. Los terrenos más selectos están cubiertos de árboles frutales.”
Escribiendo estas líneas me he visto atravesando con mi falda de seda sus cuidados jardines, he sentido al agitar mi abanico el perfume de sus noches de primavera bajo las glorietas iluminadas y me he admirado con sus animales extraños, su linterna mágica y sus prodigiosos autómatas…
Cierro esta tercera entrega de mi Tienda de Abalorios con la sensación de haber visitado y gozado en alguna vida anterior este rincón inglés, en aquella Buenos Aires del mil ochocientos. Quién sabe.
Quién sabe…
María Mercedes Di Benedetto (Photo: Mauricio J. Flores)
Biografía
Argentina, egresada de la carrera de Guionista de Radio y Televisión (ISER), ha sido docente de esa casa de estudios y de institutos terciarios y universidades en las carreras de “Locución Integral”, “Producción y Dirección de Radio y Televisión” y “Guion de Radio y Televisión”. Durante 20 años fue docente en escuelas medias en Lengua y Literatura y en talleres literarios y de periodismo.
Especializada en la investigación del radiodrama en Argentina, lleva editados tres libros sobre el tema, el último en 2020, “HISTORIA DEL RADIOTEATRO NACIONAL”.
Autora y docente de ficción radial, recorre el país brindando seminarios y talleres sobre el tema, dirigidos a docentes y público en general, a través del Ministerio de Educación y de ARGENTORES. Sus obras se han emitido por radios nacionales e internacionales.
Ha recibido numerosos reconocimientos por sus obras teatrales y radiodramas; ganadora del Fomento INCAA con su documental de cuatro capítulos para televisión “Artesanos del aire / Historia del Radioteatro Nacional”. Obtuvo el 1er premio en la convocatoria 2004 para radioteatro del Centro Cultural R. Rojas de la Univ. de Buenos Aires UBA, además de cinco Premios Argentores a la Producción Autoral, ganadora también en 2020 en la convocatoria del Instituto Nacional del Teatro con su radiodrama sobre la vida de la soprano Regina Pacini.
Con un profesorado en Historia inconcluso, ha escrito más de cuarenta docudramas y obras de teatro para sus ciclos “Mujeres de la Historia Argentina” y “Hombres y Mujeres con historia”, presentados en diversas salas del país.
Su obra para niños “Las Hadas de la Tierra Encantada” ha salido en gira nacional abordando temas como la ecología y el cuidado del medioambiente. El elenco, convocado por la Secretaría de Medioambiente y por el Ministerio de Cultura de la Nación recorrió 23 provincias brindando funciones en forma gratuita para escuelas de todo el país.
Ha participado como expositora en diversos Congresos de literatura y de medios de comunicación y en Bienales internacionales de Radio, así también como Jurado y Tutora de Proyectos en certámenes nacionales de literatura y de Arte Joven. En septiembre 2022 integró con su ponencia el Symposium por los 100 años del Radiodrama Internacional organizado por la Universidad de Regensburg, Alemania.
En los últimos años ha presentado en Madrid obras para Microteatro: “Comer por amor”, “El día del huevo”, “Testamento” y “Viuda Negra”, con dirección de Marcelo Díaz.
Actualmente se desempeña como Secretaria del Consejo Profesional de Radio de ARGENTORES, Sociedad General de Autores de la Argentina.